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  • Las Caras de la Migración desde el Alojamiento Casa Volver Solferino

    Elaborado por: Laura Reyes Coordinadora del Alojamiento Casa Volver Solferino Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá

  • Las Caras de la Migración - Juntos Somos Más Fuertes

    Bogotá, 15 de diciembre de 2020. El Día Internacional del Migrante se conmemora el viernes 18 de diciembre promovido por la Asamblea General de las Naciones Unidas, teniendo en cuenta el flujo elevado de migrantes que han salido de sus países y/o territorios buscando mejores oportunidades y calidad de vida. Este año, la Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá, se une a esta conmemoración con la campaña Las Caras de la Migración, para hacer un llamado a la solidaridad y visibilizar las historias de quienes que por los efectos de la crisis económica, conflicto armado o situaciones políticas, deciden migrar a otro territorio en busca de ayuda para continuar con su proyecto de vida. En Colombia, a corte de septiembre, según cifras de Migración Colombia, hay en el país más de 1.725.831 de personas provenientes de Venezuela y según la UARIV más de 8 millones de víctimas del conflicto armado interno, de las cuales 16.190 son víctimas de desplazamiento forzado. Es por eso, que desde el martes 15 y hasta el viernes 18 de diciembre, llevaremos a cabo la campaña, donde expondremos una galería fotográfica que mostrará los rostros e historias de algunos migrantes, además, durante esta semana, estaremos rotando por nuestras redes sociales y página web videos de relatos y experiencias de algunos de nuestros beneficiarios. Asimismo, hablaremos sobre qué es la migración, cuáles son sus causas, las modalidades y las principales problemáticas que atraviesan las personas al llegar a un territorio desconocido. Sin importar si son migrantes internacionales o internos, nuestra misión es contribuir a la transformación de sus realidades sociales por medio de programas de recuperación desde nuestras capacidades y trabajando en conjunto con otras entidades. Hoy nos sentimos parte de la historia de aquellas personas que llegan a nuestra ciudad luchando por sus sueños y que gracias a la ayuda que encuentran en nosotros, han logrado alzarse e ir sobrellevando las adversidades. Como Cruz Roja Cundinamarca y Bogotá, el propósito de esta campaña es continuar apoyando a toda la población vulnerable, porque #YoTuYEllosSomosMigrantes Mayor información: Fuente Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá. Oficina de Comunicaciones. Bibiana Riascos Cel. 321 768 13 92 bibiana.riascos@cruzrojabogota.org.co

  • Condiciones psicosociales del personal de salud en Cundinamarca

    La situación de pandemia ha generado grandes cambios en la forma de vida y trabajo de las personas, donde el riesgo de enfermar ha obligado a modificar hábitos en todos los contextos donde se desenvuelven las personas. Estos cambios resultan exigentes a nivel individual y grupal, generando insatisfacción y temor con la nueva realidad, sin embargo, también puede verse como una situación que plantea nuevos desafíos y ha brindado la oportunidad de valorar los momentos y cosas sencillas de la vida. La Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá junto con el CRUE Cundinamarca, en el marco del Proyecto Misión Médica, adelantado con apoyo de la Cruz Roja Noruega, desarrolló durante los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2020 un programa de acompañamiento psicosocial al personal sanitario de los municipios de Soacha, Fusagasugá y Pacho (Cundinamarca). En el proceso participaron 5 psicólogos y 3 apoyos psicosociales del grupo de salud mental y apoyo psicosocial (SMAPS) de la seccional quienes contactaron telefónicamente a 900 trabajadoras/es del sector salud. Las acciones desarrolladas fueron orientación general para la protección de la salud mental en tiempos de pandemia e intervención en crisis, con uno o dos seguimientos en caso de necesitarse. En el desarrollo del acompañamiento del equipo psicosocial se identificaron factores psicosociales favorables y no favorables para el afrontamiento de las nuevas realidades. Desde la perspectiva psicosocial es fundamental que las personas reconozcan aquellos factores que no aportan a su bienestar personal con el fin de ser conscientes del efecto de estos y de la necesidad de cambio. Dentro de los factores facilitadores identificados para el afrontamiento de los trabajadores/as se encontraron: Reconocer que se tiene un papel necesario y favorable para la sociedad,siendo apoyos en el campo de la salud. Aceptar el acompañamiento psicosocial y la búsqueda de apoyo en salud mental como recurso para gestionar las emociones. Reconocer y aceptar las debilidades en el proceso de cuidado de la salud física y mental. Confiar en colegas y establecer acuerdos de apoyo entre compañeros de trabajo. Asumir responsablemente el autocuidado y el cuidado de las familias a través del conocimiento de los riesgos y las acciones de prevención. Confiar en el futuro y mantener actitud positiva a pesar de la situación, sin descuidar el autocuidado. Creer en Dios y/o pertenecer a una religión. Recibir y valorar el agradecimiento de las personaspor trabajar en medio de circunstancias de tensión. Tener capacidad de adaptación. Contar con el apoyo familiar y social. Dentro de los factores psicológicos a considerar para fortalecer los procesos de apoyo psicosocial se identificaron: Ansiedad relacionada con la efectividad de las medidas de protección. Temor por enfermarse y/o contagiar la familia. Insatisfacción con algunas condiciones de trabajo como son carga laboral, falta de relevos cuando un profesional se incapacita, falta de zonas de descanso en los entornos laborales, insatisfacción respecto a la falta de entrega total de bonos por trabajar en condiciones de COVID. Incertidumbre sobre el comportamiento de la enfermedad y de los efectos en la sociedad. Sentir incomodidad por el uso de EPP al generar algunascomplicaciones respiratorias como dermatológicas. Tristeza e inconformismo ante el alto número de personas fallecidas y por sus familias al no poder elaborar un ritual de despedida tradicional. Falta de medidas de protección emocionalpropias o promovidas en los entornosde trabajo o familiares. Presencia de manifestaciones de afectación como trastornos del sueño, trastornos alimenticios, ansiedad y tristeza. Bajo reconocimiento de la labor asistencial por parte de pacientes y familiares. Rechazo del personal de salud por parte de algunas personas de la comunidad al asociarlos como factor de riesgo de contagio. Respecto a las estrategias de afrontamiento implementadas por el personal de salud se evidencian: Uso de bicicleta para evitar el transporte público, siendo a la vez el ejercicio diario un factor protector de la salud. Compartir las experiencias laborales y personales con profesionales de salud mental (por ejemplo, con el equipo de Cruz Roja). Autocontrol de las emociones y comportamientos. Confianza en las habilidades profesionales personales. Aceptación de la responsabilidad del cuidado y el autocuidado como trabajador del área de la salud. Comunicación frecuente con la familia. Adherencia a las normas de bioseguridad en todos los contextos laborales. Confianza en el equipo de trabajo. Con relación al acompañamiento de la Seccional Cundinamarca y Bogotá, se encontró receptividad, las personas expresaron sus emociones y preocupaciones, se valoró positivamente el contacto con ellos y se recibe el agradecimiento con la seccional y su empleador por la oportunidad de recibir este llamado. En general este proceso permitió conocer mejor los estados emocionales del personal de salud y proveer una manera de acentuar estos efectos, los cuales fueron naturales ante la situación de pandemia. Se recomienda al personal buscar orientación psicológica sin esperar sentir efectos adversos, este apoyo puede brindarse desde un nivel de asesoría y orientación hasta de intervención en crisis, para lo cual existen grupos de apoyo en salud mental y líneas nacionales de consulta libre y confidencial. El autocuidado para la salud es una misión personal y un ejemplo para la sociedad (SMAPS Bogotá y Cundinamarca). Elaborado por: Equipo Programa de Acompañamiento Psicosocial: Programa Misión Médica: Hernando Urbina. Grupo Salud Mental y Apoyo Psicosocial: Nancy Delgado, Alejandra Rincón, Eduardo Vidal Ordoñez, Angie Delgado, Carolina Rodríguez, Stella Daza, Luz Marina Rodríguez y Mireya Gutiérrez Robayo.

  • 25N Día Internacional de la Eliminación Contra la Violencia de la Mujer

    Me han herido muchas veces, me han pegado, me han humillado, me han violado, Me han matado, me han llamado bruja, me han quemado, usaron mi cuerpo como si fuera suyo. Vestí como quisieron, renuncié a mis sueños, tuve sus hijos, cedí a sus caprichos. Me callaron, me injuriaron, me disminuyeron, me pisotearon. Se burlaron de mi aspecto, definieron mis virtudes como debilidad, se aprovecharon de mi fe, tergiversaron mi amabilidad. Me vendieron al mejor postor, me regalaron, cambiaron mi placer por dolor, invadieron mi casa. Me tildaron de indecente cuando lance improperios a quien abusó de mí. Me llamaron exagerada cuando cambie de calle para no coincidir con mi agresor. Me acusaron de pecadora cuando decidí no cumplir la promesa de esperar hasta la muerte como manda dios. Me desheredaron cuanto denuncié, y mi familia dijo que era traición. Y aun así construí mi casa, levanté paredes con miedo y dolor puse un suelo de lágrimas y sangre y con vergüenza y desdicha colgué cortinas que me tapaban el sol. Y ahí, envuelta en la oscuridad, confundida con lo que debía ser, lo que soy, y lo que no seré, un día encontré mi valor. Encontré otras como yo, otras que alzaron la voz, que contaron su historia… otras que se cansaron del miedo y el dolor. No quiero poner la otra mejilla, no quiero callar, no quiero perdonar, no quiero olvidar. Quiero que el mundo entero sepa, quiero que se conozcan sus nombres, quiero que se haga justicia, por mí, por las que no han nacido y por las que ya no están. No, no quiero una guerra, simplemente no quiero otra mujer bajando la cabeza, no quiero más muertes, ni bajezas. quiero que esta violencia se detenga ya. Escrito por: Irina Medina Diseñadora gráfica Oficina de Comunicaciones Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá

  • ¿Qué es la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica – EPOC?

    El Día Mundial de la EPOC se celebra el tercer miércoles de noviembre, este año corresponde al 18 de noviembre. Esta fecha es promovida por la Organización Mundial de la Salud – OMS y en este día se intenta promover en todo el mundo una mayor comprensión de la enfermedad y mejor atención a los pacientes. Pero… ¿De qué trata esta enfermedad? De acuerdo con la OMS, la EPOC no es una sola enfermedad sino un concepto general que designa diversas dolencias pulmonares crónicas que limitan el flujo de aire en los pulmones, es prevenible, tratable y conduce a incapacidad e incluso la muerte. Actualmente, es la cuarta causa de mortalidad en el mundo (WHO, 2005). El estudio de Prevalencia de la EPOC en Colombia -PREPOCOL (2005) realizado por la Fundación Neumológica Colombiana, determinó que a nivel nacional 9 de cada 100 personas mayores de 40 años tenían esta enfermedad. Según cifras de mortalidad presentadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística - DANE, en 20​10, del total de muertes ocurridas en Colombia, cerca de 4.500 fueron por enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores atribuidas al consumo de tabaco. ¿Cuáles son los síntomas más comunes? Disnea o "falta de aliento". Excesiva producción de esputo. Tos crónica. Factores de riesgo para el desarrollo de EPOC El tabaquismo es el principal factor de riesgo para desarrollar EPOC. Se estima que el riesgo absoluto entre fumadores está entre el 25 y el 30%. El riesgo se incrementa a medida que aumenta el consumo de tabaco. Igualmente, el tabaquismo pasivo se asocia a un mayor riesgo de EPOC. Exposición a biomasa: se ha identificado que los combustibles para uso en calefacción o cocina en países en vías de desarrollo son factor de riesgo de Epoc en áreas rurales. Contaminación ambiental y exposición laboral: la exposición a gases, vapores o polvos orgánicos o inorgánicos derivados de procesos industriales, combustión de motores o calefacciones constituyen un factor de riesgo para la exacerbación de la Epoc. Los contaminantes ambientales específicos ​estudiados en su relación con EPOC son el ozono, las partículas en suspensión (PM), monóxido de carbono (CO), dióxido de sulfuro (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2), y otros gases. Antecedentes de tuberculosis: el antecedente de tuberculosis se asociaba con un riesgo entre 2 y 4 veces mayor de desarrollar una Epoc, de forma independiente a otros factores de riesgo, en particular el tabaquismo. Enfermedades respiratorias inferiores en la infancia: aumenta la probabilidad de desarrollar Epoc en la edad adulta. ¿Cómo prevenir el EPOC? No fumar o dejar de fumar Evitar la exposición a humo de tabaco producido por otras personas que fuman Evitar la exposición a contaminantes en el ambiente de trabajo y en la vivienda Crear ambientes más saludables promocionado estilos de vida saludables. ​ Elaborado por: Johnathan Roncancio Rubiano Supervisor de Gestión Clínica Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá

  • Cursos Centro de Salvamento

    Durante tu permanencia en nuestras instalaciones, podrás estar seguro, dado que contamos con todas las medidas de bioseguridad para que Nades Seguro con Nosotros #YoSoyCruzRoja #SeguroNadaremos con más fuerza, entrega y dedicación. Te esperamos para que aprendas o mejores tu técnica con nosotros. ¡Inscripciones abiertas! 746 09 09 - Ext. 403 - 405 #YoSoyCruzRoja

  • El arte de reinventarnos en pandemia

    El confinamiento nos obligó a transformarnos en un equipo de trabajo a distancia de forma abrupta, para poder seguir desarrollando nuestra labor humanitaria, apoyando a la madre y al recién nacido en estado de vulnerabilidad del Hospital Materno Infantil. Es así, como al interior de nuestros hogares, disfrutamos tejiendo y cosiendo sacos, gorros, patines, cobijas y baberos para neonatos, los cuales son elaborados con mucho amor, alejándonos del estrés propio en estos tiempos, poniéndonos metas a corto plazo y alcanzando el objetivo general: nuestra entrega anual. La virtualidad ha promovido dentro de la agrupación costurero, la autogestión, dándonos confianza y ayudándonos mutuamente con el avance de estrategias de conocimiento y de comunicación efectivas. El descubrir las habilidades blandas de las integrantes de nuestro servicio, nos ha permitido obtener un sello personal en cada kit que entregamos. Por eso, la importancia de los espacios virtuales (reuniones), los jueves de cada semana, nos contribuye a fortalecer las relaciones interpersonales, aprendiendo a utilizar de forma efectiva el tiempo. La nueva realidad nos ofrece flexibilidad, comprometiéndonos e impulsándonos a ser más competentes, trabajando nuestra resiliencia y superando con expectativas los cambios culturales y de aprendizaje tecnológico. El aprender haciendo en tiempos de pandemia es un desafío constante que nos trae y traerá la vida. Yenny Rodríguez de Parra Coordinadora Servicio Costurero Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá

  • Feliz día mamá en la distancia

    El miedo cesará, Las puertas se abrirán, Habremos sobrevivido, Y seremos más fuertes. Hoy mi corazón es lluvia Pero confío en un soleado mañana Y sé que mi alma encontrará la calma, Cuando te pueda volver a abrazar. Y nuevamente lloraré en tus brazos Y seré la niña consentida de mamá Se detendrá el tiempo a tu lado Y será como volver a comenzar. Extraño todo de ti, Pero soy afortunada Aún estás en mi vida Y eso es suficiente. No creas, no siempre soy tan fuerte, Quisiera salir corriendo a verte Pero este gran sacrificio Es mi mejor manera de protegerte Muchas cosas han cambiado Algunas cosas no serán como siempre Pero aún reconstruidas Nuestra unión es permanente. Mi motivación persiste, Pienso en un futuro radiante a tu lado En un encuentro sin barreras Abrigada por el calor tu abrazo. Pienso en muchas cosas más Y no te imaginas todo lo que he recordado, Estas en todo, porque me has enseñado Desde amarrarme los zapatos. Por eso, hoy como siempre Quiero decirte que te amo, Mi amor por ti es infinito Y ninguna adversidad podrá cambiarlo. Escrito por: Irina Medina Diseñadora Gráfica

  • Persiguiendo Fantasmas

    El atardecer del viernes 22 de noviembre de 2019, en la ciudad de Bogotá, tomaba unos visos diferentes a los de la cotidianidad. Muchas personas caminaban tratando de llegar a sus hogares, por sectores una lluvia leve acompañaba el trayecto, pero los caminantes aunque con prisa por llegar no se veían alterados; por mi parte a las dos de la tarde se empezaron a ver y sentir los primeros gases lacrimógenos por la calle 26 con caracas, sin lograr conseguir un transporte para salir de allí decidí caminar hacia el lugar más cercano donde llegaría mi esposo en la noche para encontrarnos y llegar a nuestra casa fuera de Bogotá. Sobre las cinco de la tarde, ya estaba en la sala situacional de la Cruz Roja Colombiana – Seccional Cundinamarca y Bogotá y con el overol puesto, dispuesta a ayudar en lo que se requiriera. Dentro del ejercicio de planeación y atención, monitoreaba y registraba cada una de las actuaciones que la institución se encontraba desarrollando: los movimientos de ambulancias que brindaban atención en primeros auxilios y traslados de pacientes y las unidades de respuesta que apoyaban con primeros auxilios y apoyo psicosocial, los cambios de servicios en nuestros puntos de atención como las centrales de urgencias y los alojamientos temporales. A las 5:10 de la tarde, se confirmó que habría toque de queda en las localidades de Kennedy, Ciudad Bolívar y Bosa a partir de las 8 de la noche. Las acciones de atención continuaron en ese momento y tanto nuestros voluntarios como empleados siguieron trasladándose y dando soporte a los temas de salud; pero con la noticia del toque de queda, se activó un plan para acelerar cambios de turno e incluir mayor personal para no descuidar las atenciones en los servicios que funcionan 24 horas. Nuestro personal con toda la disposición aceptó cubrir turnos y seguir en operación. Y justo a las 6 de la tarde, se declaró el toque de queda en toda la ciudad, de forma angustiosa llamo a mi esposo, quien entonces ya no podría llegar a Bogotá; no llegaríamos a casa esta noche. Finalmente él se quedaría en un hotel junto con el grupo de personas con las que estaba, más o menos 160, quienes nunca ingresaron a la ciudad esa noche. En ese momento una atmósfera de intranquilidad se sentía en Bogotá, la tensa calma poco a poco comenzó a transformarse. Queríamos ir por unos niños que estaban en su Colegio en Bosa porque tampoco llegarían esa noche a sus casas, no habían podido salir porque estaba bloqueada la puerta de su colegio, finalmente las autoridades del colegio y los estudiantes debieron dormir allí. Así como en Bogotá, varios municipios de Cundinamarca empezaron a adoptar también el toque de queda: Soacha, Facatativá, Chía y Zipaquirá. Transmilenio cerró operaciones a las 7:00 p.m. Y entonces las noticias y las redes sociales comienzan a tener información de saqueos en conjuntos residenciales, las líneas de urgencia colapsaron con personas solicitando ayuda, a medida que se hacían los recorridos por la ciudad se encontraban personas con camisetas blancas, con palos de escoba, cuchillos, machetes y cualquier elemento en sus manos con los que creían podían salvaguardar sus cosas y a sus familias. A la una de la mañana asistí a uno de esos recorridos, en cada conjunto residencial podía evidenciarse la conformación de un grupo, personas que compartían un elemento en común “el miedo”, aunque de diferentes edades todos ellos motivados por la supervivencia, respondiendo al interés de cuidar sus propiedades y vidas, compartían la procedencia y la visión de “vándalos” como la identidad común que esa noche los unió, les hizo hablarse y permanecer juntos. Aunque desde el carácter social los seres humanos vivimos en diversas agrupaciones, la interrelación siempre está mediada por esos objetivos que se comparten, la comunicación había sido por redes sociales y los mensajes de saqueos y vándalos por toda la ciudad constituyeron esa necesidad de supervivencia que debía cubrirse. Cada vez que pasábamos por un conjunto las personas con sus camisetas blancas y palos en mano, tomaban un espacio para agitar sus manos y saludar; sus rostros reflejaban miedo, temor y angustia, emociones que ejercen gran fuerza sobre nosotros e influyen nuestro pensamiento y conducta. Para Boyes (2007), el miedo es una reacción de la respuesta primitiva del cuerpo de pelear o huir, en esta ocasión la reacción nunca fue la huida sino afrontar con valentía haciendo guardia en sus hogares, dispuestos a pelear. Fogatas encendidas buscaban mitigar el frío e iluminar para estar alerta, pasamos por varias de ellas y las preguntas de la gente siempre eran las mismas: “¿Cómo está la situación? ¿Ustedes qué han visto? ¿Ya vienen?”. Nuestra respuesta siempre fue “está todo en calma, no hemos visto nada, hay bastante miedo y muchas personas como ustedes en los conjuntos pero por donde hemos ido no hemos visto nada”. En ese momento donde días previos se dieron movilizaciones sociales contra el Gobierno, no solo en Colombia sino en varias partes de Latinoamérica, una época caracterizada por una constante turbulencia y un creciente sentimiento de inseguridad, los mensajes de vandalismo generaron un despertar del miedo colectivo, porque en Colombia hemos tenido exposición continúa a violencia, corrupción, desigualdad social, inseguridad, desastres y crisis humanitarias, pero ante una posible ocupación peligrosa que fue informada previamente, surgió la acción heroica y coordinada de salvadores. Esto permeó todas las clases sociales de Bogotá, de Norte a Sur y de Oriente a Occidente las sensaciones eran las mismas, cada grupo social dentro de cada unidad residencial generó su propia estructura, quienes estaban custodiando las rejas, los que preparaban una bebida caliente, quienes mantenían el fuego vivo, y los voceros, con una premisa de frente de no dejar acercar ni dejar ingresar a nadie que no hiciera parte de ese grupo. Todos siempre estaban alerta contra ese otro, pero ese otro nunca apareció, nunca estuvo presente, siempre fue un fantasma. Es así que se refleja como las emociones y en este caso el miedo colectivo de esa noche del viernes y madrugada del sábado estuvieron directamente relacionados con el significado, ya que ningún cambio emocional se produce sin un cambio cognitivo, y aquí el cambio cognitivo fueron los vándalos que llegarían a saquear y violentar sus hogares, esos fantasmas que nunca llegaron. A las seis de la mañana, luego de estas horas de incertidumbre y miedo como mecanismo de defensa, amanece nuevamente, logro encontrarme con mi esposo y por fin llego a casa reconociendo que aunque debemos responder de forma rápida y eficaz ante las situaciones adversas, no hay porque temerle a los fantasmas. Elaborado por: Erika Cardona Patiño Directora Asuntos Humanitarios #Bogotá #CruzRoja #paronacional #saqueos

  • Salud Mental y Apoyo Psicosocial para Población en situación de Migración

    Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un migrante es una persona que “debido a un temor fundado de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular u opiniones políticas, está fuera del país” (OIM, 2016). Sin embargo, hoy día la migración hace referencia a la movilidad que de forma voluntaria o forzada, realizan las personas dentro de su país o fuera de él en ejercicio del derecho a la libre circulación, motivadas por razones económicas, sociales o políticas, con el objetivo de mejorar su calidad de vida. En las Américas, los migrantes internacionales suman aproximadamente 61.4 millones de personas, más del 85% (53 millones) viven en Estados Unidos y Canadá, y el 15% restante en América Latina y el Caribe. El nivel de migración intrarregional ha aumentado dentro de los países de América Latina y del Caribe, una tendencia asociada con una mayor integración económica, inestabilidad política, entre otras causas. Por ejemplo, en el caso de Venezuela, la situación política y socioeconómica ha empujado la salida de un número estimado de 1,5 millones de venezolanos hacia los países vecinos y otras regiones. Además, residentes de otros países, en particular, colombianos y familias “mixtas” colombianas-venezolanas también han abandonado el país (ACNUR, 2018). Debido a la dimensión del problema y la falta de experiencia en estos temas de flujos masivos migratorios entre fronteras, los países de la región aun necesitan prepararse para dar una respuesta integral a las necesidades de las personas y los grupos migrantes. La ONU estima que en los próximos 20 años se duplicará la cifra de 200 millones de migrantes en el mundo, para constituir un continente móvil, el sexto continente. Así la migración, no es un asunto coyuntural, es estructural de la actualidad y del futuro a largo plazo. Las migraciones a menudo son provocadas y pueden conducir a situaciones de gran vulnerabilidad. La privación económica, los brotes de enfermedades, la inseguridad alimentaria, los peligros ambientales, la persecución política y religiosa, la separación familiar y la discriminación por sexo y etnia, constituyen varios de los factores que pueden provocar flujos migratorios masivos y afectar la salud de los migrantes durante su proceso de traslado. Estos factores colocan a los migrantes en mayores riesgos de afectación de su salud, incluido los riesgos de sufrir trastornos mentales, violencias (incluida la violencia sexual) y abuso de drogas, entre otros (Bhugra, 2005). Muchos estudios han informado que el proceso de migración coloca en situación de vulnerabilidad a las personas para que desarrollen trastornos de salud mental, por ejemplo, trastornos de estrés postraumático, depresión y hasta el suicidio (OPS, 2017), situaciones que pueden no ser atendidas por la  insuficiencia de los servicios disponibles. Es por esta razón que los trabajadores de la salud deben conocer las necesidades de salud mental y apoyo psicosocial de los migrantes, y los desafíos de brindarles la atención adecuada. Dichas intervenciones tienen el objetivo de fortalecer la respuesta de salud mental en los lugares de llegada, transitorios o permanentes, y que los equipos humanitarios tengan las competencias, teniendo en cuenta los distintos escenarios para brindar una atención que responda a las diversas circunstancias del proceso migratorio. Con base en lo anterior, la Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá, la Organización Panamericana de la Salud y la Universidad Los Libertadores construyeron una Caja de Herramientas para intervención en salud mental y apoyo psicosocial (SMAPS), la cual cuenta con materiales pedagógicos de calidad basados en evidencia, útiles para las intervenciones del personal humanitario y comunitario especializado y no especializado en el campo de la salud mental. Esta Caja de Herramientas se encuentra en la Biblioteca Virtual de Salud Colombia (BVS COLOMBIA), como VITRINA para que distintos públicos accedan fácilmente a toda la información. La Biblioteca Virtual de Salud es coordinada por la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud – FUCS, quienes también aportaron significativamente al logro de este importante recurso. http://www.bvscolombia.org/post_vitrines/smaps/ Escrito por: Luz Maria Salazar (OPS) Helena Velez (OPS) Mireya Gutiérrez Robayo (Cruz Roja)

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