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  • Llamado para respetar el emblema de la Cruz Roja

    El Movimiento Internacional de la Cruz Roja en Colombia insiste en la importancia de respetar el emblema de la cruz roja Bogotá, Colombia, abril 30 de 2021. La Cruz Roja Colombiana, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) reiteran la importancia del respeto absoluto y sin condiciones, tanto del emblema de la cruz roja como del personal vinculado a estas organizaciones humanitarias. Este les permite desarrollar su acción en favor de las víctimas y las poblaciones más vulnerables. El emblema de la cruz roja es símbolo de acción humanitaria, imparcial, neutral e independiente. Su uso indebido en contextos de conflicto armado y otras situaciones de violencia, movilizaciones sociales, desastres causados por fenómenos naturales, entre otras, puede poner en riesgo la vida del personal autorizado, así como la de las personas y comunidades que requieran sus servicios humanitarios. Este emblema está protegido por los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos Adicionales y, en Colombia, a través de las leyes 142 de 1937 y 875 de 2004. El emblema de la cruz roja en ninguna circunstancia puede ser utilizado por instituciones o personas que no estén autorizadas. En Colombia, las personas autorizadas para hacer uso del emblema de la cruz roja son: El personal vinculado con el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. El personal sanitario civil, autorizado por el Ministerio de Salud y Protección Social. El personal sanitario de la fuerza pública en sus funciones de sanidad (decreto 135 de 2005). El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja utiliza el emblema para proteger a su personal y la labor humanitaria que realiza, identificándolos en Colombia con estos emblemas: Llamado al respeto de la Misión Médica Así mismo, La Cruz Roja Colombiana, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) reiteran la necesidad del respeto por la Misión Médica. La Misión Médica está para asistir a quienes lo necesitan cuando lo necesitan. Bloquear o atacar su labor, además de ser una violación a las normas humanitarias, afecta a quienes más lo requieren. Respetar la Misión Médica es proteger a ambulancias y otros vehículos de atención en salud, permitiendo su libre tránsito para que puedan atender a quienes lo necesitan en situaciones en las que está en riesgo la vida, la salud y la integridad de las personas. En los últimos meses se ha evidenciado un incremento de acciones en contra de la Misión Médica lo cual pone en riesgo la vida y la integridad, no solamente del personal que asiste, sino también de las personas que requieren de estos servicios humanitarios. Durante 2020, esta cifra alcanzó el número más alto de los últimos 24 años, con 325 ataques, según cifras de la Mesa Nacional de Misión Médica. Como lo hemos afirmado: cuando se ataca a la Misión Médica, el mundo está al revés. Consulta el comunicado original acá:

  • Cruz Roja Seccional Cundinamarca y Bogotá: 42 años trabajando por quienes más nos necesitan

    Este 28 de marzo, la Cruz Roja Cundinamarca y Bogotá, cumple 42 años al servicio de la comunidad, acompañando constantemente a cientos de familias que durante años, han necesitado un apoyo humanitario para poder continuar su vida con serenidad. Con la campaña JUNTOS SOMOS MÁS FUERTES para ayudar a quienes más nos necesitan, la institución humanitaria se ha consagrado en brindar respuestas oportunas a las comunidades, aunando esfuerzos para que, aún en medio de las causas que han sido generadas por el Covid-19, las familias de Cundinamarca y Bogotá, sientan una mano amiga que les brinda asistencia y compañía en todo momento. Actualmente, la Seccional cuenta con 12 Grupos de Apoyo, a los cuales brinda acompañamiento, capacitación y respuesta para generar a través de diferentes proyectos, un trabajo continuo que contribuye al progreso de los 116 municipios que se asientan en el departamento cundinamarqués. En su misión de aliviar y prevenir el sufrimiento humano, la Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá, ha estado protegiendo y fortaleciendo la vida con humanidad y con la convicción de que cada acción cuenta. Asimismo, la labor de la institución durante estos años, ha estado encaminada en implementar programas y proyectos en Educación, Salud, Gestión del Riesgo, Acción Humanitaria, Voluntariado, entre otros. Desde estas líneas de acción humanitarias, busca fortalecer la misión institucional y priorizar la atención de las comunidades más vulnerables de nuestro territorio. Cifras de la Acción Humanitaria En el más reciente Informe de Gestión de la Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá, en el año 2020, se beneficiaron aproximadamente 3.691.692 personas. Desde la Dirección de Asuntos Humanitarios, se ha acompañado a población vulnerable como: flujos mixtos migratorios, comunidades étnicas, líderes y defensores de DDHH, víctimas de violencia basada en género, trata de personas y víctimas del conflicto armado. Al momento, cuenta con más de 3.800 voluntarios en Cundinamarca y Bogotá, quienes conforman las agrupaciones de Socorrismo, Damas Grises y Juventud, permitiendo que la labor humanitaria transforme las vidas de quienes más lo necesitan. En Educación, se capacitaron más de 20 mil personas, quienes se certificaron en los programas de: Técnico Auxiliar de Enfermería, Salvamento Acuático, Adiestramiento Canino, Salud y Gestión del Riesgo, entre otros. De esta manera, el compromiso y trabajo de la Seccional seguirá latente en cada municipio del departamento, llevando a cada una de las personas motivos de esperanza y demostrando que cuando nos unimos podemos hacer grandes cosas y más cuando de ayudar se trata. Durante el 2021, seguiremos llegando con nuestra misión a todas las comunidades de las 20 localidades de Bogotá y los 116 municipios de Cundinamarca. ¡JUNTOS SOMOS MÁS FUERTES! Mayor información: Fuente Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá. Oficina de Comunicaciones. Bibiana Riascos - bibiana.riascos@cruzrojabogota.org.co

  • Día Mundial de la Tierra | La Cruz Roja Bogotá hace recomendaciones para cuidar nuestro planeta

    En esta fecha, desde la Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá, queremos abrir un espacio para hablar y reflexionar sobre cómo el cuidado de los bosques, árboles y suelos son prioritarios para la conservación sana de nuestro planeta, pero además nos ayuda a reducir el riesgo de desastres. Estas especies naturales, proveen la estabilidad ambiental necesaria para conservar la vida en la tierra, al desarrollar entornos rurales y urbanos en equilibrio con el bosque, el suelo y los árboles amenazas naturales como sequias, inundaciones o deslizamientos de tierra se reducen, brindando una mejor calidad de vida, estabilizando el desarrollo y el bienestar para la comunidad. Aquí te contamos algunas razones por las cuales es necesario trabajar en el cuidado de los bosques, árboles y suelos: Las raíces de los árboles estabilizan el suelo, y mantenerlos o hacer restauración con especies arboleas nativas en zonas de pendiente, colinas o montañas, fortalece el suelo disminuyendo la probabilidad de que se presenten erosiones, movimientos superficiales de tierra o deslizamientos. Mantener los bosques y árboles conserva los nutrientes y evita la degradación del suelo, al perder cobertura vegetal los agricultores deben desarrollar diversas formas de estabilizar el suelo perdiendo cosechas. Los árboles sembrados en las ciudades ayudan a combatir la contaminación mediante la absorción del material particulado y carbono que se encuentra en el aire, es importante tener en cuenta que el carbono es un factor que contribuye al cambio climático. Utilizar las correctas especies de árboles para sembrar en la ciudad ayuda a extraer la mayor cantidad de contaminantes del aire. Una correcta selección de árboles y plantas permite la remediación de suelos que han sido afectados con contaminantes naturales o contaminantes procedentes de actividad industrial y doméstica, lo cual reduce la amenaza de envenenamiento de aguas y suelos mejorando la actividad agrícola y cotidiana de las comunidades. Cuidar y conservar los bosques y árboles mantiene los suministros superficiales y subterráneos de agua limpia del planeta lo cual garantiza un ciclo hídrico equilibrado, reduciendo el riesgo de que se presenten entre otras sequías, inundaciones, crecientes súbitas y deslizamiento de suelos. El mantener los bosques y árboles en las ciudades/municipios brinda espacios de recreación, cultura y turismo necesarios para la comunidad. ¡No lo olvides, el cuidado de nuestro planeta es responsabilidad de todos! #YoGestionoRiesgos Con este video, Brigitte Baptiste, bióloga y rectora de la Universidad EAN, hace una especial invitación para que reflexionemos y cuidemos nuestro planeta #DíaDeLaTierra Mayor información: Fuente Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá - Oficina de Comunicaciones. Bibiana Riascos - bibiana.riascos@cruzrojabogota.org.co

  • ¡Juntos Somos Más Fuertes para ayudar a quienes más nos necesitan!

    Bajo esta premisa La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días continúa apoyando de manera constante y generosa la labor humanitaria de la Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá, llegando así a millones de personas y familias en condición de vulnerabilidad que se han visto beneficiadas con la acción humanitaria en los últimos años. En el marco de la respuesta a la emergencia sanitaria generada por el COVID-19, la Iglesia ha sido un aliado fundamental para impulsar las acciones humanitarias y sociales de la Cruz Roja, a través de la donación de mercados, kits de aseo, kits de bioseguridad, frazadas, zapatillas, libros y diferentes elementos de protección personal que han sido esenciales para el personal de la salud. En la actualidad, con el firme propósito de fortalecer esta importante alianza en beneficio de quienes más nos necesitan, y teniendo en cuenta la difícil situación a la que nos ha llevado la pandemia, se realizó una nueva donación de 24.500 tapabocas, que reforzarán las medidas y protocolos de protección para el personal de la primera línea de la salud, y población vulnerable en Bogotá y Cundinamarca. El 25 de marzo se adelantó una reunión que contó con la presencia de Elder Yan Carlos Vega, Setenta de Área; Edgar Gómez Lozano, Gerente de Bienestar y Autosuficiencia; Nairon Barrios Ortiz, Director Nacional Consejo de Comunicaciones; y Liliana Cano Tamayo, Directora Consejo Comunicación Bogotá Norte, en representación de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; y por parte de la Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá Gabriel Camero Ramos, Presidente y Andrés Felipe Liñeiro Coronado, Director de Alianzas Estratégicas y Desarrollo Institucional, en este espacio se fortaleció la alianza y se evidenció que juntos siempre seremos más fuertes para ayudar a todos los que nos necesiten sin importar las circunstancias. El Presidente de la Cruz Roja, Gabriel Camero, resaltó la importancia de contar con un aliado tan significativo, que ha estado siempre dispuesto a ayudar en los momentos más difíciles, indicó que esto representa “tener una mano amiga que nos ayude con su trabajo voluntario y con sus buenas acciones en pro de los demás”, por su parte para la Cruz Roja contar con el invaluable apoyo de entidades tan importantes para nuestras poblaciones atendidas, sigue siendo un hecho sumamente relevante y que realza el compromiso con el cual llevamos a cabo las labores humanitarias en Bogotá, Cundinamarca y el país beneficiando, víctimas de conflicto armado, población migrante, mujeres víctimas de violencia de género, víctimas de trata entro otros. Mayor información: Fuente Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá. Oficina de Comunicaciones.

  • #YoSoyYPuedoSer | La feminización de la pobreza

    La Organización de Naciones Unidas, estimaba que entre el 2019 y 2021 la tasa de pobreza de las mujeres debería descender en un 2,7%. Sin embargo, debido a las consecuencias del Covid-19 esta cifra aumentará aproximadamente a un 9%. Actualmente, por cada 100 hombres pobres en el mundo, hay 118 mujeres en la misma condición, y por las razones mencionadas anteriormente, la brecha podría aumentar a 121 para 2030. Este fenómeno se llama feminización de la pobreza y es el resultado de las decisiones sociales y económicas que históricamente han favorecido las tareas productivas de los hombres y delegan en las mujeres las cargas de los trabajos del cuidado. Un ejemplo de esto se puede ver en Colombia, donde este tipo de labores les toma a las mujeres un poco más de 7 horas al día, mientras los hombres destinan únicamente 3. El que socialmente se haya entendido el cuidado como una responsabilidad femenina, hace que el desarrollo profesional de las mujeres sea una suerte de escalera rota que empieza desde la infancia. Así entonces, las mujeres adultas ganan menos que los hombres por hacer el mismo trabajo, acceden en mayor proporción a trabajos informales o de tiempo parcial, tienen menos participación en los cargos directivos de las empresas y menor capacidad de ahorro. La cuarentena, el teletrabajo y las clases en modalidad remota han puesto en evidencia este fenómeno y lo han profundizado aún más. Actualmente, el trabajo de las mujeres peligra un 19% más que el de los hombres, esto por causas distintas: el trabajo femenino es menos valorado en las empresas, y ante la imposibilidad de reconciliar las tareas del cuidado durante la cuarenta y la vida laboral, las mujeres renuncian en mayor proporción. A esto se le suma que el 63% de los cargos en los sectores más afectados de la pandemia, están conformados por mujeres. Cada 8 de marzo es una oportunidad para conmemorar las luchas y para visibilizar que las desigualdades de género no son ni una novedad ni una coincidencia. En este día internacional de la mujer, los esfuerzos deben estar encaminados a dar cuenta de los efectos desproporcionados que ha tenido la pandemia sobre la vida de las mujeres, a trabajar en la disminución de las brechas de género en términos socioeconómicos, empezando por una política sostenible de dignificación de los trabajos del cuidado, que equivalen a un 20% del PIB. Este y todos los años, conmemoramos la lucha y el compromiso de que algún día, no será necesario seguir exigiendo igualdad. Escrito por: Catalina Arenas Psicóloga. Magístes en política sociales y acción comunitaria. Consultora de Asuntos Humanitarios y de género. Feminista.

  • #YoSoyYPuedoSer | Una lectura del tiempo nuevo: Mujeres, paradigmas y cambios

    Poesía, música, arte, humanidad, enseñanza, casa, familia, compañía, cuidado, delicadeza, intuición, verdad, soledad, fragilidad, debilidad, llanto, tristeza… palabras simples que se contemplan en el pensamiento, en el imaginario colectivo cuando se hace referencia a la mujer, seres complejos e incomprensibles, se diría, no obstante, sin entrar en la negación de aquellas categorías que pretenden dibujar a la mujer, se abre un escenario importante a repensar a la humanidad dentro de aquellos silogismos como parte fundante del universo ser humano: femenino y masculino. De allí que hablar del tema sobre la base que establece todas las relaciones variables sobre las constantes que recubren el lugar de la humanidad y esa configuración estructural que delimita comportamientos y roles asignados validados por la cultura y reforzados por sus detractores, exige repensar la relación discursiva con los dinamismos prácticos que moldean los comportamientos y, por ende, configuran las realidades; sin este ejercicio se conciben las lecturas como escenarios o de defensa o de ataque y en constante disputa. De tal manera, que reflexionar el lugar de la mujer entra en un escenario de lo polémico, la conflictividad que recubre solo la apreciación de una diferenciación por género establece de por sí una limitante que marca una frontera en el discurso, en la práctica y en el sistema de relaciones que amplía una brecha entre seres femeninos y masculinos, siendo desde la complejidad un mismo universo. Por tal razón, los cambios deben estar sujetos a las nuevas lecturas y comprensiones de las dimensiones en que se reconfiguran los seres humanos, se plantea por tanto una apertura al complejo espectro de lo femenino y lo masculino en un estado de búsqueda del equilibrio, desde las diversas ópticas que lo rehacen fértiles en el pensamiento, el acto, la palabra, los derechos y las libertades. Mujer: conquistas y desencuentros El tiempo se ha reformulado en torno a un ejercicio reivindicador del lugar de la mujer, la historia ha permitido repensar y equilibrar la balanza, ahora se pueden gozar de otras libertades, otros espacios y ampliamente otros discursos y discusiones en cuestiones incidentes desde varias ópticas: cultural, social, política, familiar; en este sentido ya no en el plano exclusivamente privado reservado celosamente para las mujeres, expresiones que hablan de la sociedad en la que se habita y cohabita. En este sentido, hablar de los alcances y reconocimientos que han tenido las mujeres como escenarios de conquista y siendo fieles al término, a través de luchas lideradas principalmente por ellas, implica reconocer que ahora las mujeres pueden ser madres, compañeras y profesionales exitosas desde una perspectiva de la horizontalidad en torno a los roles, dinámicas y escenarios de influencia; la mujer se ha procurado desde procesos de resistencia un lugar en el mundo que parte de su deseo, necesidad, búsqueda, sentir y liberación dentro de la sociedad. No obstante, en varios contextos la realidad que se experimenta es otra, donde las relaciones de poder se mantienen tan vigentes y naturalizadas que llegan a promover la validación en sus dolientes, y por allí la recreación de los escenarios de dominación y sometimiento en los que se enmarca la sociedad del consumo en lógicas de repetición de esquemas, justificados en discursos supuestos liberadores y manteniendo las fronteras y límites entre los géneros, sin pensar las diversidades. Un escenario laboral… De esta forma, la recreación de las dinámicas de una sociedad sin respeto, sin distancia, dentro de los escenarios laborales donde la mujer se circunscribe y pervive siendo ella y su lucha o no interna, por cierto, sin expresión, o con expresión esquematizada, inconsciente quizá, validando una estructura social que configura un comportamiento patriarcal. Por allí la dinámica de relación, donde se recrea el escenario de la caza, la conquista, que de forma violenta trasgrede el espacio individual y privado de las otras, lógicas que refuerzan patrones sociales que hablan de las garantías de seguridad, la simbología en las relaciones de poder aquí configuradas en complicidades no concedidas y que repercuten en el ejercicio de prevención, miedo, persecución que se experimenta en la calle. El lenguaje verbal y su implicación tácita, que soporta el ejercicio práctico en sintonía con las relaciones y acciones que cada género asume por orden “natural”, frases que designan, dictan, sentencian como la “profunda sensibilidad de las mujeres” y dentro de ese discurso se justifica la práctica que permite repetir un esquema ya existente en su territorio privado, de allí cada habilidad, acierto, complejidad que describe el ser mujer se transfigura en el argumento de sometimiento, es evidente un panorama que deslegitima su ser en complejidad. El lenguaje no verbal y su implicación simbólica, los gestos, la objetivación del cuerpo, las distancias en relación a los salarios, los cargos, los roles, la necesidad constante de aprobación por el género masculino instaurado inconsciente en la psique femenina, las dinámicas mediadas por la estética, la subjetividad dentro de discusiones de derechos universales, la afectividad convalidando el escenario laboral; lugares en disputa que aún son vigentes en el hoy e inclusive en escenarios que se instauran en el restablecimiento de derechos, libertades y dignidades de las poblaciones en situación de fragilidad y vulnerabilidad social. Es evidente que hace falta proceso, tiempo y consciencia para el ejercicio práctico de la coherencia, ya que estos pequeños esbozos de las relaciones que se establecen mantienen el desequilibrio y permite comprender el porqué de las fracturas en varios contextos y sistemas de relaciones, donde no se trata de un solo género, se habla de la humanidad que habita el ser, mujeres y hombres aprobando y repitiendo lógicas del poder que siguen manteniendo los no lugares de la mujer y lo femenino del mundo en negación constante. Elaborado por: Johana Guatame Gómez Profesional Psicosocial Dirección de Asuntos Humanitarios Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá

  • #YoSoyYPuedoSer | Otro año y muchas manifestaciones por decir

    Cuando Marx escribió en su obra que el capital emergió sobre la faz de la tierra chorreando sangre y mugre de los pies a la cabeza, develaba lo que ha sucedido durante muchos años, donde la vida laboral se ha convertido para muchos en ingresar a un campo de concentración. Campo al que se han integrado mujeres a través de los años y han tenido que hacer un proceso de resistencia que les permita una incursión laboral. Históricamente la mujer tuvo un rol materno, sin embargo el capitalismo y muchas iniciativas estatales dieron origen a una guerra sobre los cuerpos y la reproducción de las mujeres, librada principalmente por la cacería de brujas donde se demonizo la natalidad, se acusó de sacrificar niños al demonio, así como la eliminación de las parteras y durante la época de esclavos adicional fueron obligadas a ser criadoras de nuevos trabajadores. En este sentido, el rol femenino fue girando hacia el trabajo de la casa y el hogar, lo que genero se devaluara el trabajo de las mujeres, por ejemplo en el siglo XV en la campaña de los artesanos se excluyó a las trabajadoras de sus talleres, solicitando a las autoridades en Francia e Italia que apartaran a todo aquel comerciante que diera trabajo a ellas; así muchas muertes se justificaron en razón a la discriminación. Por ello promover la aceptación de la diferencia y poder coexistir de forma armónica se convirtieron en una bandera de lucha por años, de esta forma la esperanza fue incorporándose desde una interacción colectiva, las relaciones cooperativas y de igualdad empiezan a desestructurar las dinámicas patriarcales y con ello la incursión en otros escenarios laborales para las mujeres. Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer y en esta fecha me encuentro con muchas más manifestaciones, hace 20 años en el colegio siempre nos regalaban una rosa y las frases hacían alusión a una mujer maternal y amorosa, pero creo que los valiosos esfuerzos que se han realizado concientizan y muestran otros avances; hoy tenemos eventos liderados por mujeres y lo más importante de esta fecha será cada vez dar un paso siguiente para visibilizar el liderazgo de las mujeres y poder crear un entorno de trabajo inclusivo ya que la equidad de género nos involucra a todos, como lo refiere Martin Baró (1990) “sin que la discrepancia se convierta en negación mutua; hay que trabajar por un sinceramiento social, que lleve a conocer las realidades antes de definirlas, a aceptar los hechos antes de interpretarlos; hay finalmente, que esforzarse por educar en la razón y no en la fuerza, de manera que la convivencia se funde en la complementariedad”. Escrito por: Erika Cardona Directora de Asuntos Humanitarios Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá

  • #YoSoyYPuedoSer| El 8M que sí queremos

    Que nos regalen flores, que nos traigan chocolates, que nos dediquen poemas y que nos hagan homenajes en redes sociales también, si quieren… pero que no olviden, cuando termine el festejo, ser justos: escucharnos, no violentarnos, no discriminarnos, no cosificarnos… Que no olvidemos (todos), entender y asumir que, a pesar de sabernos iguales en derechos, al menos en Colombia, la tasa de desempleo de las mujeres es 9 puntos porcentuales mayor que la de los hombres, y que aquellas mujeres que acceden a un lugar en el mercado laboral reciben ingresos 12 puntos menores por su trabajo que los hombres (DANE, 2020). Que no ignoremos (todos), cuando sea mañana y termine el festejo, el compromiso moral que deben asumir como hombres para resarcir, por fin, una historia de inequidad y de injusticia, y que no eludamos nosotras el compromiso moral que tenemos con nuestras anteriores y futuras generaciones, de movilizarnos en pro de los derechos y las libertades que merecemos. El 8M, Día Internacional de la Mujer, proclamado por la ONU desde 1975, es una fecha que debe entenderse desde la perspectiva histórica de la lucha femenina. La revolución, que es la madre de los cambios sociales más importantes del mundo, está intrínseca en la conmemoración que hoy hacemos en honor de las muchas mujeres que, desde finales del siglo XIX, empezaron a alzar sus voces y a exigir los cambios que aún hoy no hemos alcanzado por completo. “La participación de las mujeres y la adopción de decisiones por ellas de forma plena y efectiva en la vida pública, así como la eliminación de la violencia, para lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas”, es el tema que se aborda este 2021 en las Naciones Unidas, en el que se hace énfasis especial en ‘la igualdad de remuneración’ y ‘la distribución equitativa de los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados’, entre otras cosas. No es una novedad el análisis ampliamente hecho sobre la incidencia que tiene la carga de responsabilidades en el hogar en las expectativas sociales y laborales del género femenino. El trabajo doméstico y de cuidados no remunerado es hoy una de las principales barreras que existen para el desarrollo profesional de la mujer y su igualdad económica. Las cifras no mienten: en un informe sobre brechas de género, realizado por el DANE en 2020, se logró establecer que, en Colombia, el valor del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado (TDCNR) asciende a 186 mil millones de pesos, de los cuáles el 77% lo aportan las mujeres y sólo el 23% los hombres. Pero hay una arista de este hecho que resulta más preocupante: el 38.5% de la población colombiana está ‘de acuerdo o muy de acuerdo’ con que “el deber de un hombre es ganar dinero, y el de la mujer es cuidar del hogar y la familia”. Este simple hecho (que hace parte de una serie eterna de creencias y estereotipos que nos discriminan) me lleva a volver sobre mi primera idea de este texto: no existen flores, chocolates, regalos, ni poemas que hasta el momento hayan ayudado a reivindicar nuestro lugar en la humanidad. Queridas ‘Nuevas Feminidades’ -como llamamos a esas mujeres que ya no queremos encajar en los moldes en los que nos dijeron que debíamos estar- y queridas ‘Nuevas Masculinidades’ -que sé que también nos leen-: No permitamos que el 8M se convierta en otra fecha comercial… pidamos a hombres y mujeres a nuestro alrededor que cambiemos los famosos ‘detalles’ que nos dicen que debemos esperar en estas fechas, por acciones reales y contundentes en pro de la equidad de género. Repartamos por igual las tareas domésticas, las responsabilidades de crianza y otros trabajos no remunerados; no aprobemos comentarios o actitudes sexistas; exijamos igualdad de trato y representación en los escenarios de poder; desafiemos nuestros propios imaginarios sobre el deber ser de las mujeres vs. el deber ser de los hombres, preguntémonos qué tanto daño nos hacen esos imaginarios y qué tan reales son… rechacemos esa idea constante de competir y compararnos entre nosotras. En pocas palabras, ¡comprometámonos con la causa! ¡Ah! Y los regalos, que no sean para agradecernos ‘por ser incansables’, que sean para apoyar empresas de mujeres o que lideren causas relacionadas, quizá a punta de pequeños aportes algún día podremos reconocernos menos incansables y más fuertes. El cuncho: Desde ladosisxx.com hemos aceptado la invitación de la Cruz Roja Colombiana, seccional Bogotá y Cundinamarca, a unirnos a la campaña #YoSoyYPuedoSer. Empecemos por decir públicamente qué podemos ser y hacer cada un@ para comprometernos con la búsqueda de equidad de género e invitemos a otros a unirse a esta iniciativa. Escrito por: Andrea Olano

  • ¿Cómo evitar inundaciones durante la temporada de lluvias? | #YoGestionoRiesgos

    Normalmente, la primera temporada de lluvias en Bogotá y algunas zonas de Cundinamarca se registra entre los meses de marzo y mayo, siendo abril el más lluvioso de todos, por eso, desde la oficina de Gestión del Riesgo de la Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá, compartimos estas importantes recomendaciones para evitar inundaciones, tanto en la vía pública como en el hogar. Si bien, existen fenómenos naturales que no podemos evitar, es adecuado seguir y mantener ciertos hábitos para ayudar a cuidar el medio ambiente, así como a prevenir catástrofes que afecten nuestro entorno. A continuación, recomendaciones para que puedas empezar a gestionar riesgos en tu casa y lugar de trabajo: 1. En zonas donde se han presentado inundaciones, cuenta con espacios de almacenamiento elevados en los cuales puedas colocar papeles importantes, alimentos y la mochila de emergencias (Pieza gráfica) ante desastres con elementos para subsistir. 2. De ser necesario, estar 24 horas fuera de tu hogar. Si cuentas con animales de compañía, recuerda incluir el kit para mascotas. 3. Ten en cuenta los niveles de ríos – quebradas así como de las noticias del Instituto Meteorológico, ya que nos pueden informar cuánto tiempo durarán las lluvias. 4. Hacer una correcta disposición de residuos del hogar y construcción evitando que estos obstruyan quebradas, ríos, alcantarillas y zonas de acceso a estos puntos. Sacar los residuos al momento de la recolección evitara posibles derrames de estos en las calles. 5. Revisar y hacer limpieza periódica a las cubiertas, bajantes y desagües de las edificaciones, así como evaluar los sistemas eléctricos. 6. Recuerda el mantenimiento de los vehículos de tu hogar, bicicletas, motocicletas y carros esto evitará posibles problemas de movilidad. 7. Hacer jornadas de mantenimiento y restauración de las zonas de protección ambiental como zonas de ronda y humedales, incluyendo limpieza de árboles caídos y residuos con la comunidad. 8. Hacer revisión de los planes de emergencia familiar, protocolos de infraestructura y control incendios. Si habitas en zonas cercanas a zona de ronda de ríos y quebradas, estas recomendaciones son necesarias para proteger tu familia. La prevención de desastres es más eficiente que atender una emergencia, cuida tu entorno y a las personas que te rodean y recuerda las temporadas de lluvia ayudan al medio ambiente a reabastecer las fuentes de agua y a nutrir la tierra permitiendo mejorar la productividad de los cultivos. #YoGestionoRiesgos

  • Cruz Roja Bogotá recuerda la importancia de tener el esquema de vacunas al día

    La Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá, hace un llamado a la comunidad con el ánimo de sensibilizarla frente a la importancia de mantener al día el esquema general de vacunación luego que, debido a la preocupación generada por el Covid-19, han olvidado la aplicación de estas vacunas que resultan esenciales. Es importante tener en cuenta que, enfermedades como la Fiebre Amarilla, el Meningococo, la Influenza, la Hepatitis y el Herpes Zóster, se pueden prevenir, siempre y cuando seamos responsables con este esquema de salud. Para lo anterior, la institución dispone sus nueve puntos de vacunación ubicados en Bogotá: en C.C. Plaza de las Américas; C.C. Unicentro; C.C. Galerías; C.C. Portal 80; C.C. Andino; S.A.M.U. 134; S.A.M.U. Alquería; S.A.M.U. Avenida 68 y Aeropuerto El Dorado. Los horarios de cada punto se pueden verificar en cruzrojabogota.org.co/salud o en el teléfono 746 0909 – Ext. 403, 405 y 670, de lunes a sábado de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. Asimismo, si se tiene planeado algún viaje fuera de la ciudad o del país, la institución recomienda preparar la documentación necesaria, adquirir un seguro médico y de viaje (los viajeros con enfermedades crónicas deben llevar sus medicamentos y fórmulas médicas) e informar a uno o más contactos el lugar de destino e incluir un número telefónico. A continuación, nombramos algunas recomendaciones generales para los viajeros: • Algunos destinos como áreas rurales y países en desarrollo pueden presentar mayor riesgo para la salud, por lo que se recomienda estar protegidos contra la Fiebre Amarilla, la Meningitis por Meningococo y la Influenza. • Las personas que en su viaje van a asistir a eventos multitudinarios, independientemente de donde planifiquen ir, deben contemplar la vacunación contra la Meningitis. • Se recomienda la vacunación contra la Fiebre Amarilla en zonas del África, América Central y del Sur, donde existe la transmisión de esta enfermedad. En Colombia, se aconseja aplicarla a los viajeros que visitan las zonas de la Orinoquía, la Amazonía, la región del Catatumbo, la Sierra Nevada de Santa Marta y en general, en las zonas que se encuentran por debajo de los 1.800 metros sobre el nivel del mar. Es importante tener presente que, viajar aumenta las probabilidades de contraer y propagar el Covid-19, por eso, quedarse en casa siempre será la mejor opción para protegerse y proteger a los demás. Mayor información: Fuente Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá. Oficina de Comunicaciones. Bibiana Riascos - bibiana.riascos@cruzrojabogota.org.co

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