Un Plan Familiar de Emergencia sirve como una medida proactiva para proteger el bienestar, la seguridad y la salud de los miembros de su hogar ante la adversidad, ya sea por una urgencia, emergencia, desastre o crisis. Este documento describe las medidas concretas que deben tomarse en distintas situaciones de emergencia, y que ayudarán a reducir la confusión y el pánico.
La preparación es un aspecto fundamental para manejar eficazmente las emergencias, y este es uno de sus componentes del plan, el cual ayuda a anticiparse a los posibles riesgos y a desarrollar estrategias para mitigarlos, a protegerse y responder de manera rápida y adecuada ante emergencias, también a facilitar la comunicación entre los miembros de la familia, garantizando que todos conozcan sus funciones y responsabilidades durante una emergencia.
Otros beneficios de este documento son que promueve el entrenamiento de los miembros de la familia en medidas de protección, primeros auxilios, control del fuego y evacuación, así como a tener claros los tipos de simulacros que deben hacerse para afianzar y automatizar los comportamientos esperados, con el fin de ser más conscientes de la importancia de asegurar los bienes en caso de un siniestro.
¿Qué contiene el plan?
Consolida información de contactos, puntos de encuentro, estrategias de reencuentro y métodos de comunicación aun en ausencia de señal del celular.
Identifica los recursos esenciales como alimentos, agua, medicamentos y suministros de emergencia, garantizando que, con la adecuada administración, se cubran las necesidades de todos durante emergencias o interrupciones prolongadas.
Incluye información sobre los servicios de emergencia locales, refugios y recursos comunitarios, mejorando su capacidad para acceder al apoyo cuando sea necesario.
Determina de antemano todos los posibles usos de un botiquín y de un kit familiar de emergencias, para solucionar los problemas generados por una emergencia o desastre.
Ten en cuenta que es muy frecuente que exista apatía e indiferencia ante estos temas y, aunque creamos que una emergencia o desastre no pueda ocurrir, compartimos esa creencia con aquellos a quienes ya les ocurrió.
Aprovecha el impulso y el interés que se genera alrededor de estos temas cuando hay noticias de sismos y emergencias, e involucra a tu familia en conversaciones que aumenten la conciencia.
Juntos, mejor preparados.